lunes, 21 de enero de 2013

Primer Monumento al Periodismo Uruguayo y la Comunicación Social


Formas y colores de una profesión

“Difusión, Hechos, Recepción e
Investigación”, cuatro
ideas en Braille leídas por vecinos

de Trinidad que inauguraron
el Primer Monumento al
Periodismo y la
Comunicación Social.
(César Rodríguez Cacheiro)
Fue inaugurado el 27 de Octubre de 2012, en Trinidad, la capital del departamento de Flores. Pocos sitios tienen tanto derecho a preservar tan innovador símbolo de la comunicación del país. Muy cerca de allí, a orillas del mitológico arroyo Porongos y en el paraje de Chamangá, los arqueólogos hallaron las más antiguas manifestaciones del arte rupestre en el actual territorio uruguayo. Aquellos cronistas espontáneos utilizaban el óxido de hierro, un colorante natural también llamado hematita, para pintar, o quizá escribir, sobre piedras a la intemperie. Nos contaron su vida a través de formas preshistóricas: almenadas, escalonadas, grecas, zigzags. Más de 1.500 años después, otros emprendedores inauguraron un monumento, que también evoca la destreza de quienes fueron ¡por qué no! los primeros periodistas orientales.

Fue necesario un concurso abierto a los artistas plásticos uruguayos en todo el mundo, convocado por la Red Internacional de Periodismo Social (IPES) y la Intendencia de Flores, y más de tres años de gestión y evaluación. La compleja elección fue asignada a un exigente tribunal presidido por el plástico, artesano y arquitecto salteño César Rodríguez Musmanno, acompañado por el artista Carlos Sabaño, la arquitecta municipal Silvia Stawski y los periodistas Pablo Fernández, Luis Elisburu y Marcelo Hernández.
¡Por fin!, fue el comentario de una
trinitaria que se acercó al monumento.
(César Rodríguez Cacheiro)
El certamen fue ganado por el grupo duraznense “18x50”, trabajadores de la cultura que desarrollan una nueva experiencia colectiva. En la primera etapa diseñaron una maqueta de 20 centímetros que propone una imagen geométrica no figurativa: un rectángulo vertical que sostiene al ojo “observador” del periodismo.
El colectivo está compuesto por: Juan Fernández, Rayo Ferreira, Alexis Sibrú, Pedro Yoffre, Gabriela Agüero, Marta Ruiz Díaz, Miguel Casalás, Hugo Rovira, Jhonny Rodríguez, Eduardo Cortazo, Liliana Fernández, Cacho Burgues, Jorge Rivas, Cecilia Hémala, María Gamarra, Alejandro Casaballe, Leonardo Aldama, Ricardo Giordano, María Inés García, Cecilia O'Neill, Martín Álvarez y Javier Villasuso, entre tantos.
El punto elegido fue una esquina del Parque Lavalleja de Trinidad, ubicada en José González y Treinta y Tres. La estructura de tres metros de altura fue construida en mortero de arena y portland, reforzado por una estructura de hierro que le entregan una solidez que conmueve, y que le confiere un fuerte carácter “anti vándalos”. Al pie de la obra, una serie de luces emite cinco colores, rojo, verde, azul, amarillo, blanco.
Al pie de la obra una placa alusiva indica: “Monumento al Periodismo y a la Comunicación Social en homenaje a los Periodistas y Comunicadores Sociales por su contribución al Desarrollo y a la Cultura”. Un detalle innovador, que acrecienta su carácter inclusivo, es que las palabras escritas en su base, “Difusión, Hechos, Recepción e Investigación”, se reproducen en su cuerpo principal en sistema Braille. Los escultores insertaron 120 semiesferas en la técnica de rakú para que las personas no videntes puedan recibir el mensaje a través del tacto.

Lo vieron todos
Una intervención urbana que
evoca al periodismo uruguayo
en el Parque Lavalleja de
Trinidad, capital de Flores.
(Diago Amir)
El Primer Monumento al Periodismo y la Comunicación Social fue inaugurado el sábado 27 de octubre de 2012, a las 19 horas en punto. El acto conducido por maestro de ceremonias duraznense Julio Díaz, contó con la presencia de una multitud de periodistas, estudiantes, docentes, artistas, funcionarios municipales y nacionales y muchos vecinos trinitarios.
La parte oratoria fue abierta por el periodista Horacio Knaeber, presidente de la Red Internacional de Periodismo Social y principal impulsor de la iniciativa. “Para nuestra organización es un momento histórico y la culminación de un proyecto común con la sociedad civil de este departamento que lo tomó la idea como propia y cumplió su parte de la tarea. Habrá otras obras artísticas alusivas al periodismo uruguayo, pero esta siempre será la primera. ¡Vaya nuestro agradecimiento y nuestra admiración al pueblo de Trinidad!”
El intendente de Flores, el médico veterinario Armando Castaingdebat, recordó que la iniciativa original fue planteada por el comunicador duraznense Carlos Silva, en el encuentro Comunicarte 2009. “Para los porongueros es un motivo de orgullo inaugurar este monumento, por su originalidad y su significado universal, porque nunca es tarde para homenajear a quienes nos informan.”
El presidente del jurado que seleccionó la obra, arquitecto César Rodríguez Musmano, puso énfasis en la innovación que significa el mensaje en Braille. “Es un magnífico aporte a la accesibilidad del disfrute universal del arte.” El momento más emotivo del acto fue la participación de un vecino trinitario no vidente, quien con alegría indisimulada, leyó en voz alta la placa alusiva a través del tacto. Tras la lectura fue abrazado fraternalmente por los asistentes que sintieron como propio su único comentario: “¡Por fin!”
De noche hubo otra visita al monumento para visualizarlo a pleno, con todas sus luces encendidas. Fue una segunda oportunidad para los periodistas, y para los vecinos que con toda naturalidad se apropiaron de la que ahora es su obra, mientras compartían miradas cómplices, preguntas y sacaban muchas fotografías. “Fue un espectáculo conmovedor, repleto de colores, que disfrutamos como periodistas que nos sentimos representados por una obra de arte”, afirmó el comunicador televisivo argentino Rolando Graña. Que lo contempló durante un largo rato.

Acta del Jurado
Vecinos, artistas y periodistas.
(Diago Amir)
En la ciudad de Trinidad, Departamento de Flores, República Oriental del Uruguay, a los siete días del mes de mayo de 2012, se reúne el Jurado Calificador del Primer Monumento al Periodismo Uruguayo y la Comunicación Social, compuesto por las siguientes personas:
Presidente: César Rodríguez Musmanno (arquitecto y artista plástico, Salto)
Carlos Sabaño Salán (artista plástico, Tacuarembó)
Silvia Stawski (arquitecta, Intendencia de Flores)
Pablo Fernández (periodista, Red IPES, San José)
Luis Elisburu (periodista, Red IPES, Trinidad)
Marcelo Hernández (periodista, Red IPES, Montevideo)
Consideraciones:
Los miembros del Jurado expresan su conformidad y beneplácito por la inicitiva de la Red Internacional de Periodismo Social (IPES) y el apoyo brindado por el Gobierno Departamental de Flores, para la creación de un monumento de estas características, así como por la convocatoria a los artistas plásticos de la región.
Reunido el Jurado, tras un análisis pormenorizado de la documentación presentada y debate sobre las propuestas decidió por unánime consenso:
-El proyecto presentado con el seudónimo “Difusión” obtuvo el Primer Premio Realización.
-El proyecto presentado con el seudónimo “Mintaka” obtuvo Mención Especial.
Procediendo a la apertura de los sobres:
-El Primer Premio seudónimo “Difusión”, corresponde a Hugo Rovira (Grupo 18x50), Cédula de Identidad 3.351.657-1.
-La Mención Especial, seudónimo “Mintaka”, corresponde a Boris Marcelo Romero, Cédula de Identidad 3.692.061-2.
En prueba de conformidad, se suscribe conjuntamente la presente Acta, en la fecha y forma arriba indicadas.”

Sus valores materiales e inmateriales
transmiten un mensaje democrático”
Es una intervención urbana que concilia visiones, espacios, deseos e ideales, que comunica democracia y arte popular”, afirma el prestigioso arquitecto nacido en 1926, en el Salto uruguayo, que además es artista plástico, gestor cultural y militante social. “Tiene un doble interés patrimonial: por su forma artística y por el mensaje ético que emana de su accesibilidad universal”, opina César Rodríguez Musmanno, presidente del jurado que seleccionó el Primer Monumento al Periodismo y la Comunicación Social. El arquitecto y artista plástico salteño es posee la mayor base de datos de pintores y escultores iberoamericanos, y que asesora en la materia a la UNESCO y a Mercociudades.

-¿Cuál es el valor del Primer Monumento al Periodismo y la Comunicación Social?
-Posee un valor material, por tratarse de una obra original que se entiende muy bien con el espacio público donde fue instalado. También transmite valores inmateriales, por su mensaje democrático y por su accesibilidad universal. Este doble objetivo, cultural y político, en el mejor sentido de ambas palabras, fue planteado por la Red Internacional de Periodismo Social (IPES), que propuso la iniciativa, y por la Intendencia de Flores, que la apoyó en todo momento. Ese doble concepto me encantó desde cuando me convocaron para presidir el jurado, y sé que fue un ideal compartido con los otros integrantes. No fue una experiencia nueva para mí, quizá me llamaron por eso, porque había participado en un tribunal artístico de la Comisión Administradora del Río Uruguay. Pero esta oportunidad fue distinta a las otras, porque se trataba del primero dedicado a la comunicación social y el periodismo uruguayo. ¡Un honor y un desafío por su carácter innovador! Lo primero que hicimos con los compañeros fue visitar el Parque Lavalleja, para apropiarnos nosotros del espacio donde iba a ser instalado. Fue un trabajo enriquecedor de nuestras sensiblidades, porque es un precioso espacio natural. Al principio hubo alguna idea de llevarlo a la Plaza Constitución, en pleno centro de Trinidad, pero nos gustó la propuesta de la Intendencia, tanto por los elementos físicos del parque como por la idea de transformarlo en un centro de reunión cívica.

-¿Cuántos proyectos se presentaron?
Fueron unos cuantos, siete u ocho. Una buena cifra si tenemos en cuenta que era una convocatoria para uruguayos, que podían vivir en el exterior, pero debían ser compatriotas. Las propuestas fueron bastante diversas, cada una con sus fortalezas creativas. La que quedó en segundo lugar, que sus autores firmaron “Mintaka”, proponía elementos informalistas muy interesantes: una forma inflada, en nylon, sostenida por cables desde dos puntos a tierra. Era un despliegue tecnológico muy original, pero no captamos su comunicación. El proyecto estaba muy bien enunciado, y eran excelentes los antecedentes de sus creadores, pero le faltaba ese carácter inmaterial que nos pedían la Red IPES y la Intendencia de Flores.

-¿Qué les gustó de la propuesta ganadora?
-Es un elemento vertical que no desentona dentro de un parque donde los elementos primordiales, son verticales: árboles, columnas. Otro elemento a favor fue la economía en la elección del material, y aclaremos, no me refiero a la economía monetaria, sino a la utilización racional de los recursos espaciales. Cuando fuimos al parque para imaginarnos cómo podían adecuarse la propuestas, nos dimos cuenta que la ganadora se adaptaba mejor al medio. También vimos que representaba una mirada abierta, a través del ojo colocado en la parte superior. Más que un monumento, es una intervención urbana que comunica con su presencia y también con su valores.

-Un elemento original es el mensaje en sistema Braille.
-Definitorio, diría. Es toda una innovación, sin antecedentes en el país, Tan es así que tuvimos que hacer algunas consultas para confirmar su originalidad. El mensaje en Braille está muy bien compuesto: “Difusión, Hechos, Recepción e Investigación”. Es muy artística la colocación de semiesferas en rakú. Posee una gran accesibilidad y tiene un valor cultural fundamental: se puede tocar. No es un bronce distante y erudito. Por el contrario, está plenamente integrado a la vida cotidiana de los trinitarios, que pueden acceder tengan tres o noventa años. Todos podemos disfrutarlo.

La inauguración en el
Parque Lavalleja de Trinidad.
(Diago Amir)
-¿Por qué es importante que pueda ser tocado?
-Es un elemento comunicativo fundamental. Un monumento accesible se ve y se toca con facilidad. Durante tiempo trabajé con el gran escultor Armando González (1912-1981) a quien todos llamábamos Gonzalito. Lo ayudé en la realización del monumento de Artigas que está colocado en la capital del departamento que lleva el nombre del héroe uruguayo. Cuando estábamos estudiando su ubicación, su entorno y su relación con el espacio, Gonzalito me dijo algo que me quedó para toda la vida. “Un monumento es de la gente, cuando la gente se siente tanta atracción que desea tocarlo.” El Monumento al Periodismo tiene eso, se deja tocar, o más todavía, nos invita a tocarlo.

-¿Qué le queda de su participación en el jurado del concurso?
-Una gran satisfacción por haber seleccionado, con mis compañeros, una propuesta ética y estética. Mi función dentro del jurado fue la búsqueda del consenso, mediante el diálogo y el intercambio de visiones y opiniones. Todos estuvimos de acuerdo en cuál era el proyecto que merecía ser realizado, por su forma, sus materiales, su accesibilidad, su iluminación. No hubo que votar, ni defender votos. Fue una entrañable experiencia colectiva: humana y profesional.

El rakú es sinónimo de
perdurabilidad y belleza”
Para los artistas plásticos durazneses la realización del Primer Monumento al Periodismo Uruguayo y la Comunicación Social fue una experiencia creativa y una tarea innovadora que también fue un desafío: la creación de 120 semiesferas en rakú que conforman la frase “Difusión, Hechos, Recepción e Investigación”. Un elemento que le otorga accesibilidad a la estructura vertical instalada en el Parque Lavalleja de Trinidad, la capital del departamento de Flores, por iniciativa de la Red Internacional de Periodismo Social. “Es una técnica milenaria que exige una masa fuerte, de buena calidad”, asegura Daniel Rodríguez, integrante del Grupo 18x50. “Las piezas son esmaltadas y además utilizamos un importante porcentaje de óxido. Se colocan al horno y cuando alcanzan los 950 grados se retiran y se introducen en recipientes con aserrín, donde se ahuman.”
El trabajo artesanal se inició el sábado 4 de agosto en el taller de Durazno. “Luego del primer proceso se retiran nuevamente y se pasan enseguida al agua. El rakú es sinónimo de perdurabilidad y belleza y los cambios de temperatura le otorgan a las piezas una muy linda terminación”, afirma Rodríguez.
La estructura de tres metros de altura fue construida por la empresa Mesón, en mortero de arena y portland, reforzado por una estructura de hierro que le entregan una solidez y una visión que conmueven. De esta forma se concretó un proyecto cultural de la Red IPES, con apoyo de la Intendencia de Flores.