viernes, 28 de octubre de 2016

Centro Gallego de Montevideo, Casa de Galicia, Patronato de la Cultura Gallega, símbolos de la morriña en Uruguay

El más antiguo, el más grande, el más erudito
Alumnos de la Escuela de Danzas
del Centro Gallego de Montevideo.
(Ignacio Naón, 2009)
Sobre la base de las crónicas publicadas en el libro Galicia en Uruguay (Ignacio Naón, fotos / AOR, investigación y textos). Montevideo, 2009 (versión española). Santiago de Compostela, 2010 (versión gallega).
 
Los uruguayos descienden de los barcos.” La frase es tan vieja como la rebelde nación obligada a gritar fuerte, entre dos gigantes que siempre la desearon. Y aunque parece poco académica, encierra una verdad irrefutable. Los hombres y las mujeres que construyeron la Patria Joven que nació a fines del siglo XIX, vinieron del mar.
El Centro Gallego nació casi a fines del siglo XIX, cuando Uruguay dejaba de ser un mito de caudillos, gauchos y ganado. Cuando el puerto montevideano, tan seductor como poderoso, recibía a entrañables portadores de nuevas sensibilidades y utopías sociales hasta entonces desconocidas.
En 1902 la población uruguaya llegaba al millón de habitantes, de ese total 25.000 eran inmigrantes gallegos, y en las dos siguientes décadas arribaron más, muchos más.
Joven del Ballet Folclórico Obradoiro
de Casa de Galicia, junto a Castelao.
(Ignacio Naón, 2009)
Muchos escapaban al drama de la Guerra de Marruecos que sumía en inhumano dolor a los españoles, en los albores del siglo XX. Miles de jóvenes, en su mayoría pobres o aldeanos, eran convocados a morir en el sangriento frente del Rif norafricano.
El temor a la inmoral contienda y las penurias porque el alimento no alcanzaba para todos, decidió a las familias a enviar a sus hijos mayores a tierras americanas,con el Río de la Plata como destino anhelado.
Casa de Galicia nació como respuesta a la segunda corriente migratoria, consolidada en la década de 1910, la era del presidente  José Batlle y Ordóñez creador deun estado de bienestar sin precedentes en América, diez años después en el territorio uruguayo vivía un millón y medio de habitantes, de los cuales más de 50.000 eran gallegos.
Los adelantos en el transporte y las comunicaciones, la aparición del tranvía eléctrico y el automóvil, acercaron la distancia entre el campo y la urbe. La Primera Guerra Mundial creó condiciones para la irrepetible prosperidad económica de la Suiza de América batllista.
El gallego es el más competente emigrante que un país puede desear. Tocante al empleo y distribución de los beneficios, ninguna otra región española cuenta, en general, con las obras benéficas y de progreso económico que pueden presentar los hijos de Galicia. Siempre con un carácter filantrópico y solidario, hacia sus provincianos, hacia otros inmigrantes y hacia los uruguayos.”
Gallegos queridos en el
Hogar Español de Ancianos.
(Ignacio Naón, 2009)
−Lo afirmaba por entonces el historiador José María Fernández Saldaña, cronista de aquella inmigración romántica, cuando los edificios comerciales y las chimeneas comenzaban a señalar al cielo. Alimentados por los gallegos que venían a "Hacerse la América”.

A la guerra o al Uruguay 
Contaba el antropólogo orensano Daniel Granada, figura cultural del Montevideo finisecular, que en las aldeas gallegas de mediados del siglo XIX era frecuente la partida de jóvenes inducidos por sus padres.
La costumbre obedecía a causas económicas o al espíritu aventurero, pero, también tenía una explicación militar. Aquellos mozos enfrentaban una dramática disyuntiva: el viaje o las quintas franquistas.
−Hasta la década de 1950 llegaron más de 50.000 gallegos al puerto de Montevideo y al aeropuerto de Carrasco, como escala previa de un probable destino argentino.
Aquí eran recibidos por coterráneos que repetían una frase impregnada de orgullosa suficiencia. “Como el Uruguay no hay.” 
Era la primera cita con un súbito amor. La primera vista de una tierra fecunda, que prometía incomparable bienestar económico e impensada cultura democrática.
Cultura gallega desde la cuna.
(Ignacio Naón, 2009)
Eran tiempos de radio al oído. Esperando la salida del mítico Obdulio Varela y sus bravos Celestes por el eterno túnel de Maracaná.
Fueron muchos y muy diferentes, los años posteriores en esta patria idealizada. Tras la bonanza, vino la crisis. Tras los sueños, hubo frustraciones.
 La inmigración masiva se cortó a principios de la década de 1960, pero quienes ya vivían aquí aceptaron el desafío de seguir construyendo el país que los recibió en tiempos de "vacas gordas"
Ningún sacrificio individual o colectivo fue en vano. Aquellos gallegos sumaron su sudor y sus lágrimas al querido Paisitio.
En aquel momento fue concebido el Patrotano de la Cultura Gallega, como una respuesta de notables exiliados republicanos y galleguista a la represión impuesta por la dictadura de Francisco Franco contra las autonomías españolas.
−Muchos de ellos siguen entre nosotros. La mayoría vino de Pontevedra, Vigo, La Coruña, Santiago de Compostela, Orense.
Fue la tercera ola, la última. Para ellos, huir de la Guerra Civil Española y del regimen franquista también era un acto de entrega y, paradójica, valentía. En busca de una promesa de futuro y libertad.

Centro Gallego de Montevideo
Fachada historicista sobre la
calle San José, proyectada por
el arquitecto Alfredo Campos.
(Centro Gallego de Montevideo)
El más viejo, el más joven
−Corría casi medio siglo de vida del Uruguay independiente, cuando un grupo de inmigrantes visionarios abordó la idea de sumar inquietudes lejos de su Galicia natal.
−En aquel Montevideo aún aldeano ellos se lanzaron a la aventurada búsqueda de un futuro mejor bajo un mismo techo, que demás les permitiera mitigar aquella morriña y la tristeza de la lejanía.
−El Centro Gallego de Montevideo es el más antiguo del mundo en su tipo, fundado el 30 de agosto de 1879, por iniciativa de los hermanos Benigno y Tomás Salgado y Vázquez, convocantes de la invitación pública.
−Los pioneros se reunieron en la casa de José María Quintiana para designar la Comisión Organizadora y luego la primera Junta Directiva integrada también por Antonio Varela Stolle, Jesús Martínez, Jesús Rey, Francisco Vázquez Cores, Evaristo Novoa, José Fariña, Genaro J. Calvo.
La centenaria institución que antecede a sus similares de Buenos Aires y La Habana, en su extensa ha desarrollado un vasto programa cultural y social con ciclos de conferencias, obras teatrales, exposiciones, conciertos, cursos y festivales de danza clásica española y folclórica gallega.
Espacio encolumnado donde
se organizan las salas del
segundo piso y vitraux.
(Ignacio Naón, 2009)
−El Centro ha recibido a notables personalidades hispanoamericanas, para citar algunas: Gregorio Marañón, Rafael Alberti, Alfonso R. Castelao, Ramón Franco, Camilo Barcia Trelles, Ramón Otero Predayo, Eduardo Blanco Amor, Juan Zorrilla de San Martín, Ramón Suárez Picallo, Juana de Ibarbourou, quienes no sólo se maravillaron con su actividad sino que fueron sus principales partícipes.
−Su edificio social, construido a partir de 1923 con proyecto del arquitecto uruguayo de origen coruñés Alfredo R. Campos e
inaugurado dos años después, es un admirado patrimonio urbano de Montevideo.
−El palacio de  tres plantas está ubicado en San José 866, entre Andes y Convención, en el Barrio de las Artes. 
−El 30 de enero de 2004 fue declarado Monumento Histórico Nacional por tratarse de un magnífico ejemplo de arquitectura Historicista ligada a la tradición estética española, concebido como "un espacio para recordar, practicar, compartir y difundir las costumbres y tradiciones gallegas".
Sala de Honor Rosalía de Castro.
(Ignacio Naón, 2009)
−Allí conviven espacios culturales con nombress memorables: la Sala de Honor Rosalía de Castro, la Sala Ramón del Valle Inclán, la Biblioteca Concepción Arenal, la Sala de Lectura Castelao, el parrillero Viejo Pancho.
−El Centro Gallego preserva un rico patrimonio que recoge bienes materiales e inmateriales a través de sus cuerpos artísticos: el Ballet Folklórico Alborada, la Escuela de Danzas, el Grupo Raigames, el Ballet España, y los más diversos grupos musicales con la gaita y la pandereta como instrumentos pincipales.
−El Teatro Pepe Fernández posee una admirable acústica y visión de su escenario que sorprende a los visitantes más exigentes.
−Su denominación evoca la memoria de José Fernández Seivane, uno de los mayores impulsores del arte y la cultura de Galicia en Uruguay, estudioso, conocedor y difusor de la lengua gallega y padre de la cantante popular Cristina Fernández.
−El Salón de Ensayos Pepe Montoya se llama así desde 2004 en homenaje a José Lage Sierra, coreógrafo, que por seis décadas fue profesor de baile español y flamenco, diseñador de sus trajes.
−En una sala del subsuelo funciona el Archivo Histórico del Centro Gallego, un registro de parte de la emigración en Uruguay, creado con apoyo del Consello da Cultura Galega.
−El Archivo es el resultado de dos años de intenso trabajo de un equipo técnico universitario dirigido por el historiador Carlos Zubillaga Barrera, ex decano de la Facultad de Humanidades y actual director del Centro de Estudios Gallegos.
Escaleras al segundo piso.
(Centro Gallego de Montevideo)
−En la sede Centro se celebra el Día de las Letras Galegas, la Festividad de Santiago Apóstol, el Homenaje a Castelao, el Día de Rosalía de Castro en Honor a la Mujer, el Día del Niño, la Fiesta de la Primavera y el Fin de Semana del Patrimonio que en dos días de octubre ofrece visitas guiadas, espectáculos de música y danzas típicas.
−Por la visión de dirigentes liderados por Marcelino Martínez Gómez,  hace cinco décadas fue inaugurado el Parque Social y Complejo Polideportivo de Carrasco en la avenida Italia y Barradas, muy cerca del límite con el departamento de Canelones.
−El amplio espacio de 28.000 metros cuadrados cumple el objetivo de convocar y unificar a toda la colectividad gallega, con especial énfasis en los jóvenes descendientes.
−Con apoyo de la Xunta de Galicia quedó delineado un conjunto de construcciones en un ambiente arbolado: sala de fiestas, canchas de fútbol, parrilleros, piscinas abiertas y un rincón gallego con su Curruncho Enxebre y la Plaza Marcelino Martínez adoquinada con un cruceiro de piedra procedente de Galicia en el centro.
−En marzo de cada año allí se realiza la Romería de Otoño que convoca a miles de personas. Se inicia al mediodía con una Misa en Gallego musicalizada por bandas de gaiteros, luego sigue la música, las danzas regionales, y platos típicos de la gastronomía gallega y española: pulpo, calamares, sardinas, tortilla, empanadas o paella.
 
−La primera Junta Directiva del Centro Gallego fue presidida por el abogado Antonio Varela Stolle, nacido en Compostela en 1821 y doctorado en Jurisprudencia por la Universidad de Santiago.

El maestro ferrolés
Acta de fundación firmada
por Benigno y Tomás
Salgado Vázquez, 1879.
(
Centro Gallego de Montevideo)
−Francisco Vázquez Cores fue docente, editor, librero, amigo y colaborador de José Pedro Varela, de papel decisivo en el desarrollo de la enseñanza pública uruguaya basada en la preparación pedagógica.
−Su noble entusiasmo por la causa escolar solo era comparable con su compromiso con el Centro Gallego, del que fue uno de sus fundadores.
−Nacido en 1848, en las afueras de Ferrol, debió marcharse del puerto marítimo del norte coruñés perseguido por sus ideas liberales y republicanas.
−En 1874 se radicó en Montevideo, el destino de su exilio americano, y dos años después ingresó al Magisterio Nacional.
−Fue precursor de la Reforma Vareliana, el primero que ganó por concurso la dirección de una escuela pública, decano de las instituciones educativas de Tercer Grado y por muchos años presidente de los tribunales examinadores y de concurso de Magisterio.
−Autor de varios textos de Geografía, Zoología, Lecturas, y de los Cuadernos de Caligrafía Inglesa de uso oficial en todas las escuelas públicas de su tiempo.
−Editor y librero, en su establecimiento de imprenta se publicaron obras pedagógicas relevantes, su local era un concurrido punto de encuentro y espacio de reunión de maestros, profesores y hombres de letras del Uruguay de
principios del siglo XX. 
Vitraux con iniciales
del Centro Gallego.
(Ignacio Naón, 2009)
−Formó parte del círculo intelectual y literario de Eduardo Acevedo Díaz, José Enrique Rodó, Carlos Vaz Ferreira, y fue pionero de una antigua tradición de libreros gallegos en Montevideo, con sus colegas José Serrano, el primer editor Rodó, Manuel Magariños, Manuel Barreiro y Ramos, continuada en nuestros días por Manuel Losa Rocha.
−Francisco Vázquez Cores falleció en 1914, en su casa de la Ciudad Vieja

−José Fontela, inolvidable dirigente del Centro Gallego y de la Asociación Española, que en  1882 fue director del Liceo Uruguayo. Era un activo defensor de los derechos humanos que luchó por la abolición de la esclavitud en Cuba. Pronunció una memorable conferencia en la primera sede del Centro, en la que criticaba a España por no liberar a los esclavos cubanos de su antiguo territorio colonial.

Unha terra, un pobo, unha fala
−Nacida en el barrio de Pocitos, aprendió a hablar y a cantar en gallego antes que en español. Fue por el amor a la tierra ancestral que le trasmitiera su padre, José Fernández Seivane, escritor, actor y gestor cultural.
−El entrañable Pepe era uruguayo, pero vivía como un inmigrante de inolvidable paso por el Centro Gallego y el Patronato de la Cultura Gallega.
−Su dulce hija Cristina aprendió canto con Daniel Viglietti. Fue solista hasta 1976 cuando conoció a Washington Carrasco, su compañero del arte y de la vida.
Washington Carrasco
y Cristina Fernández.
(Ignacio Naón, 2009)
−Aquel año se establecieron como dúo, para compartir un espectáculo con la actriz Leonor Álvarez: Y yo quiero cantártelo. Al siguiente  habían alcanzado tal popularidad que recorrían el país llenando teatros.
−Su repertorio era muy diverso, pero jamás faltaba un tema en gallego. En 1979 presentó temas de su canto natal en dos espectáculos memorables: Juegos Florales y Orvallo na meia Noite.
−En 1981 realizó recitales en Porto Alegre, San Pablo, Río de Janeiro
y Bahía, en cada ciudad, frente a miles de espectadores, debía repetir el mismo rito: cantar en gallego. De regreso grabó Falade Galego, que luego llevó a una extensa gira por la Argentina.
−En 1985 registró Unha terra, un pobo e unha fala y al año siguiente fue distinguida con la Vieira de Plata del Patronato por su tarea de difusión de la cultura de sus antepasados.
−En 1988 compartió escenario con Paco Ibáñez, quien no se cansaba de aplaudirla y pedirle un bis de los temas de su disco Mel e carne, por supuesto, cantado en fala.
−En 1989 viajó a Japón para realizar 29 recitales en poco más de un mes. Nunca sabrá cuánto podía comprender aquel público exótico que escuchaba con ceremonial atención su encantadora versión de las Cantigas populares, siempre en gallego.
−En 1990 emprendió una gira por Galicia, que se repitió en 1994 cuando realizó 25 recitales en todo el territorio.
−Actuó en TV Galicia y su espectáculo Unha terra, un pobo e unha fala fue editado por el sello Fono Music de España.
En 1995 realizó el espectáculo Vieiros de saudade, en 1999 grabó Raigames, en TV Española, y lo presentó en vivo en el programa Luar de TV Galicia.
−Cristina Fernández es la más notable intérprete gallega en tierra americanas. Lo hace
con gozoso compromiso y por amor a su padre. El uruguayo que le enseñó a hablar y a cantar en fala, antes que en español.
Pepe vivía como un inmigrante lucense, como si hubiese nacido en Mondoñedo, la tierra de sus antepasados.

Parque Social y Complejo Polideportivo Carrasco.
(Centro Gallego de Montevideo)
−En 1925, recién inaugurado el Palacio del Centro Gallego, la poeta Juana de Ibarbourou, hija del lucense Vicente Fernández, pronunció una conferencia en honor a Rosalía de Castro.

Prensa gallega
−El primer periódico de la colectividad en Uruguay mantuvo una intensa y permanente vinculación con el Centro Gallego, desde agosto de 1881.
−La Unión Gallega fue fundada por José F. Agrasar y Ramón Cerdeiras como un medio galleguista.
−Sus artículos planteaban la defensa de la Galicia como autonomia histórica, política y cultural, y su lema era la consagración de la unión y fraternidad de la colonia gallega en el Río de la Plata.
−Sus principales colaboradores fueron: Francisco Vázquez Cores, José Fontela, los hermanos Manuel y José Riguera Montero, Benigno Salgado Vázquez y José Bustalo y López.
−A principios del siglo XX aparecieron nuevos periódicos: Heraldo Gallego, Tierra Gallega, Revista del Centro Gallego de Montevideo, y ejemplares ligados a otras instituciones: Finisterre, Nos, Guieiro.


Escultura de madera en la
sede Centro de Casa de Galicia.
(Ignacio Naón, 2009)
Casa de Galicia
Salud libertad. Salud pensamiento
 
Por su número de afiliados y por el potencial de su cobertura médica y social, es la mayor institución gallega del mundo y la tercera del Uruguay, caracterizada por su compromiso con la divulgación educativa y cultural.
Fue creada el 1 de octubre de 1917, con el nombre de Casa de Galicia, Sociedad de Instrucción, Recreo, Beneficencia, Sanidad y Protección al Trabajo, con una dirección provisional establecida en la redacción de la revista Tierra Gallega, calle Piedras 605, en la Ciudad Vieja.
 El proceso fundacional se había iniciado meses antes, luego de rotas las negociaciones para que el  Centro Gallego de Montevideo fuera responsable de la asistencia colectiva que reclamaban  miles de paisanos inmigrantes.
"Llegó el momento de demostrar que somos capaces de realizar una obra social grande. Debemos ser capaces de aportar a la cimentación de la Casa de Galicia, para legítimo orgullo de nuestro amor a la región donde hemos nacido y para honra de los gallegos de Montevideo, ¡Viva Casa de Galicia!", alentaba la consigna redactada por el fundador José María Barreiro, notable hijo de Bayona, intelectual de convencido de las bondades del asociacionismo, valiente exiliado en Uruguay por sus críticas al tradicional caciquismo gallego. 
Casa de Galicia es una institución mutual y social que acoge comisiones de Sanidad, Obras, Instrucción, Beneficencia, Fiestas y Propaganda, merced a la visión de aquellos gallegos fundadores y de quienes los continuaron. Entre tantos, uno carismático y apasionado luchador por la grandeza de la institución, Luis Andrade, quien recorrió cuatro décadas de arraigo institucional. 
Sanatorio Social.
(Casa de Galicia)
El Sanatorio Social, ubicado en el barrio Sayago, centro−norte de Montevideo, cuenta con la tecnología médica más avanzada de la región, y con un Panteón Social en el Cementerio del Norte, la mayor construcción mortuoria del Uruguay.
La Biblioteca TécnicoMédica Dr. Manuel Albo, instalada en el sanatorio, es una de las mejores de Uruguay en su tipo, por calidad y actualidad de obras monográficas y publicaciones periódicas. 
La Sede Centro, con frente en la céntrica avenida 18 de Julio, en el barrio Cordón, fue fundada  en 1918. Allí se realizaron fiestas memorables que todavía recuerdan los uruguayos de mediana edad.
Los Bailes de Domingo en Casa de Galicia son clásicos montevideanos, desde mediados del siglo pasado hasta el presente. 
−La instiución es protagonista y alberga al Día del Emigrante organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, una fiesta que convoca a todas las colectividades que residen en Uruguay. 
Por amor a Galicia y
a nuestros antepasados.
(Ignacio Naón, 2009)
Por un convenio con la Consellería de Emigración de la Xunta de Galicia es sede de la Oficina de Atención de Programas Sociales y Asistenciales, su objetivo: difusión, asesoramiento y gestión de las acciones y programas en favor de los gallegos radicados en Uruguay.
En este marco se han otorgado Ayudas Asistenciales Individuales y organizado los Reencuentros en Familia, viajes colectivos de visita a su tierra de miles de inmigrantes.
El Ballet Folclórico Gallego Obradoiro tiene tantos años como la institución, pero su nombre fue decidido hace pocos años, en honor a la plaza compostelana donde el grupo actuó en Galicia por primeira vez, fue en I Día de la Galicia Exterior del Xacobeo 93. 
Sus amplios espacios de reunión y esparcimiento y su notable Biblioteca Alfonso R. Castelao, que con sus más de 8.000 ejemplares es de las más completas de América del Sur sobre temas gallegos, fue escenario de uno de los episodios más relevantes de la historia del galleguismo. 
Allí se reunieron los legisladores en el exilio para fundar el memorable Consejo de Galicia.
Alfonso Rodríguez Castelao, Elpidio Villaverde, Ramón Suárez Picallo y Antón Alonso Ríos firmaron el acta fundacional, al tiempo que declaraban a Montevideo la Capital de la Galicia Libre.

Casa de Galicia edita la Revista Social Ecos da Terra que recoge todo el acontecer social, cultural, sanitario, desarrollo institucional, las fechas más relevantes de Galicia, y la publicación Tierra Gallega que difunde las ideas y proyectos de la institución en la colectividad. 

Consejo de Galicia
Los gallegos de la Argentina saludamos a Montevideo, capital de la Galicia liberada.”  
Listos para bailar.
(Ignacio Naón, 2009)
Así decía el cartel que acompañó a la delgación de Buenos Aires que asistió a los actos de presentación de la entidad política galleguista en la histórica reunión realizada en Casa de Galicia. 
El Consello de Galiza, su denominación en gallego, fue creado en Montevideo, el 15 de noviembre de 1944, y se constituyó formalmente en Buenos Aires, el 8 de diciembre. 
El Consejo fue el movimiento democrático que reunió a los diputados gallegos, galleguistas y republicanos, por encima de partidos políticos, para dotar de un órgano político a Galicia en el exilio. 
Basaba su legitimidad en el resultado positivo del plebiscito del Estatuto de Autonomía, aprobado poco antes del estallido de la Guerra Civil. 
De un total de 1.343.253 votantes habilitados, el “Sí” recogió 991.476 voluntades, en la más clara decisión electoral de la historia europea.
−La constitución del Consello de Galiza fue iniciativa del coruñés Alfonso Daniel Manuel Rodríguez Castelao, padre del nacionalismo gallego, a sugerencia de José Antonio Aguirre, lehendakari, presidente del gobierno vasco en el exilio.

 −La idea de ambos era revitalizar Galeuzca, un pacto entre Galicia, Euskadi y Catalunya que abarcaba un movimiento de solidaridad y reivindicación de las tres regiones españolas que habían aprobado su Estatuto de Autonomía.
El objetivo común: defender la idea de una España confederal dentro de las instituciones de la República Española en el exilio. 
Su primer presidente fue el propio Castelao y estaba formada por los también diputados Anton Alonso Ríos, Ramón Suárez Picallo, Elpidio Villaverde y Alfredo Somoza.  Tras la muerte de Castelao en enero de 1950, fue electo Alonso Ríos.

Casa de Galicia presta servicios al Hogar Español de Ancianos: un médico de medicina general que atiende tres veces por semana, y un médico psiquiatra.

 El embajador de Viveiro

La vida de Luis Tobío Fernández es la peripecia de un diplomático que ejerció de gallego por el mundo.
Luis Tobío Fernández, escritor, político,
traductor, polígrafo, nacido en Viveiro
de Lugo, fue un notable diplomático,
galleguista y republicano, que ejerció
la dignidad  de su pueblo por el mundo.
(Archivo Carlos Zubillaga)
Escritor, político, traductor y polígrafo, nació el 13 de junio de 1906, en la Viveiro lucense, en el seno de una familia materna de clase alta, los Pardo Vaamonde. Su padre, Lois Tobío Campos, maestro de escuela, era amigo muy cercano de Manuel Murguía. Su bisabuela, María Xosefa Martínez Viojo, era tía de Rosalía de Castro.
−Cuando ingresó a preparatorio de Derecho, en 1922, entabló amistad con notorios intelectuales: Fermín Bouza Brey, Xosé Filgueira Valverde, Ramón Martínez López o Manuel Magariños.
−En plena dictadura de Miguel Primo de Rivera crearon el memorable Seminario de Estudios Gallegos, que organizaba tertulias y ateneos sobre cultura, arte, literatura e historia.
En 1929 se fue becado a Berlín. En la capital alemana entabló amistad con Francisco Ayala, Felipe Fernández Armesto, con el lingüista Xosé Canedo, y fue anfitrión de Vicente Risco. 
El 14 de abril de 1931, proclamada la Segunda República Española, estaba en Madrid cuando fue redactado el anteproyecto del Estatuto de Autonomía de Galicia, por un grupo integrado por Alexandre Bóveda, Ricardo Carvalho Calero, Valentín PazAndrade, Vicente Risco y el propio Tobío, encargado de publicarlo.
No participó en la fundación del Partido Galleguista, concretada en Pontevedra por iniciativa de Castelao, Ramón Otero Pedrayo y Antón Villar Ponte, pero ingresó rápidamente e integró su Consejo Ejecutivo. 
En 1933 inició la carrera diplomática, como secretario de la embajada española en Sofía, la capital de Bulgaria.
Reunión en el Centro Gallego.
(Ignacio Naón, 2009)
−Al inicio de la Guerra Civil fue nombrado cónsul en Montevideo, pero prefirió alistarse en las milicias populares.
En mayo de 1938 fue destinado a un cuartel de Granollers como instructor de reclutas, en julio se incorporó al Frente del Ebro como artillero, pero en octubre ya estaba de nuevo en el Ministerio de Defensa en Barcelona, como organizador de la desmovilización de las Brigadas Internacionales.
Reanudó contacto con los galleguistas de Barcelona y su relación con la catalana Carmen Soler. En menos de un mes, el 24 de enero de 1939 se casaron y unos días más tarde el gobierno tomó rumbo a Figueras y al exilio.
En Perpiñán la pareja logró evitar los campos de concentración. Viajaron a París y posteriormente embarcaron el 18 de marzo de 1939 rumbo a Nueva York a bordo del Queen Mary. 
En la urbe estadounidense se encontró nuevamente con Castelao, y en La Habana con otros exiliados españoles, como su paisano Xosé Rubia Barcia o el malagueño Manuel Altolaguirre. Allí fundaron la Escuela Libre, que duó solo un año.
En enero 1940 se marcharon a México, donde Tobío ejerció  como profesor en el Instituto HispanoMexicano Ruiz de Alarcón. Cinco meses más tarde, el 30 de junio, embarcaron en Nueva Orleáns rumbo a Montevideo. 
En la capital uruguaya fue un destacado periodista, de paso memorable por Radio Ariel, vocera de los republicanos españoles en el exilio rioplatense, luego por el semanario Marcha, emblema de la intelectualidad latinoamericana y por el diario El Día, fundado por el legendario presidente José Batlle y Ordoñez.
Biblioteca de Casa de Galicia,
donde nació el Consejo.
(Ignacio Naón, 2009)
En el histórico vocero del liberalismo colorado, conocido como Batllismo, realizaba análisis internacionales. En una columna escrita en 1947, asumió que el final de la Segunda Guerra Mundial no iba a suponer la caída del franquismo. 
Por entonces comenzaba a trabajar en la comunicación de la farmacéutica suiza Roche, mientras mantenía contacto con el exilio republicano como miembro de las Irmandades Galeguistas.
Socio de la Casa de Galicia, con su ayuda el 30 de junio de 1945 se presentó el Consello de Galiza en Montevideo presidido por Castelao.
−El 3 de setiembre de 1950 participó en la primera emisión radiofónica en gallego, Sempre en Galiza, emitida por Radio Carve; y más tarde estuvo en la creación del Banco de Galicia de Uruguay.
El regreso a España coincidió con sus últimos años de vida profesional: una década más en la farmacéutica Roche y tres años, entre 1973 y 1976, de nuevo en el Ministerio de Exteriores.
Al final de su trayectoria intelectual se vinculó con los viejos galleguistas de Madrid, reunidos alrededor del periodista y escritor compostelano Raimundo García, Borobó, y sus investigaciones sobre el diplomático gallego Diego Sarmiento de Acuña, Conde de Gondomar.
Publicó en Galicia emigrante, una Historia de Galiza, tradujo al gallego el Fausto de Goethe y Teoría del Estado de Herman Heller.
Viajaba a menudo a Viveiro y a Santiago para visitar a amigos y para participar en actos y congresos. Pero sus últimos años los vivió en Madrid, donde falleció el 13 de marzo de 2003.

Lucha, pasión y servicio 
En una vieja casona de piedra de la aldea coruñesa de Santiago de Vilaño, en el ayuntamiento de A Laracha, nació uno de los mayores emprendedores gallegos de América Latina.
José Añón Canedo frente al
primer ómnibus de CUTCSA, 1937.
José Añón Canedo formaba parte de aquel contingente de emigrantes gallegos a Uruguay a principios del siglo pasado. “Fueron descubridores de aquella pequeña nación rioplatense, en un tempo de grandes sacrificios”, escribe Cristina Samuelle en su libro Conversas con Manuel Meilán.
Añón pertenecía a la generación de José María Barreiro, Antón Crestar Faraldo, Constantino Sánchez Mosquera, Julio Sigüenza, Jesús Canabal, inolvidables impulsores de las instituciones gallegas del país.
Emigró muy joven a Uruguay. En 1927 era propietario de un autobús y afiliado al Centro de Propietarios de Ómnibus, una institución gremial que en poco tiempo lo tuvo como líder natural.
En 1933, la poderosa compañía multinacional Atlas Electric and General Trust pretendió monopolizar el servicio de transporte colectivo de Montevideo. Puso en marcha una operación de chantaje económico con el objetivo de apropiarse de los vehículos que eran administrados por empresas unipersonales.
Añón lideró una lucha tenaz. Convocó a una asamblea, realizada el 18 de mayo de 1933. La resolución, unánime y por aclamación, fue un juramento de no vender los coches, a ningún precio.
Comenzó entonces un enfrentamiento con el gobierno, que se prolongó un par de años, con multas, sanciones y destratos para minar la resistencia de los trabajadores.
Niñas del Ballet de Puerto del
Son, en el Cruceiro del Cerro.
(Ignacio Naón, 2009)
El 13 de mayo de 1937 fue creada la Cooperativa Uruguaya de Transportes Colectivos Sociedad Anónima. Un nombre que se resume en una sigla gloriosa: CUTCSA.
Su primer directorio tuvo como presidente al coruñés Añón, acompañado por otros emprendedores paisanos: Alfredo Lois, Rogelio Sande, José Varela, Venancio Pombo. Hay una explicación: la mayoría de aquellos pequeños propietarios eran españoles, aunque también había italianos.
El 16 de agosto de 1937 comenzó a circular una flota cooperativizada bajo la denominación de CUTCSA, caracterizados en aquellos primeros tiempos por su variedad de modelos y colores.
En pocos meses hubo un cambio estratégico, definitivo, ´todos los ómnibus fueron identificados por su color blanco atravesado por una franja roja. A
Añón fue un galleguista apasionado en tierras uruguayas, como directivo de Casa de Galicia, y del histórico Centro Republicano Español, al lado del notable Andrés Calvo Formoso.
El demócrata convencido permaneció siempre fiel a sus principios republicanos y galleguistas, de opositor intransigente al dictador Francisco Franco.
Solía recibír en su casa a Castelao y al entrañable grupo de porfiados idealistas que concibieron el Consejo de Galicia.
José Añón fue un símbolo de CUTCSA, hasta el mismo día de su fallecimiento, el 11 de julio de 1975.
“Le recordamos en esa lucha como dirigente y maestro, señalando el camino y dando el ejemplo, siempre con la firmeza y serenidad de quien se sabe asistido de razón y con la fortaleza necesaria para triunfar”, afirmaba Luis P. Panizza, en su discurso de despedida del histórico compañero de lucha. 

Patronato de la Cultura Gallega 
En la huella de Castelao
Directiva del Patronato en 2009:
Nelson Regueiro, José Otero Méndez,
Ana Lorenzo, Nelly Crestar
y Carmen Fernández Salgueiro.
(Ignacio Naón)

Un palacete modernista de principios del siglo XX, situado en la avenida Rondeau acoge al único patronato de cultura vinculado a la diáspora gallega en Uruguay, creado el 8 de junio de 1964 por iniciativa del inmigrante José Cancela Freixo.
La emblemática institución, reconocida en todo el mundo hispano, cumple una sostenida acción de defensa de la lengua y la identidad gallega, promoviendo sus manifestaciones culturales y desarrollando una amplia labor editorial.
Desde hace más de medio siglos realiza actividades de divulgación en lengua y literatura gallega, danza gallega y criolla, teatro, declamación, Historia de Galicia, pintura, fotografía, lectura de cuentos, exposiciones, conferencias, una completa biblioteca y una cedeceta de música gallega.
Muchos compatriotas han sabido realizar su trabajo con dignidad y dedicación, para convertirse en referentes de la cultura uruguaya, cargando sobre sus hombros, al mismo tiempo, la responsabilidad de mantener y difundir su cultura original. Hombres como Jesús y Manuel Canabal, José
Bienvenidos al Patronato.
(Ignacio Naón, 2009)

Cancela Freijo, Antón Crestar Faraldo, Federico Do Campo, Manuel Meilán, fueron conscientes portadores de sus dos patrias, haciendo posible el encuentro de los gallegos con sus raíces, la valoración de su condición de galleguistas, al tiempo que se integraban a su nueva tierra”
, afirmaba en 2009 la presidenta de la institución Ana María Lorenzo.
La Diputación de A Coruña, a través de sus programas de cooperación exterior y de apoyo a la emigración, fue impulsora del proyecto, para la adquisición y rehabilitación del edificio de elevado valor arquitectónico
La nueva sede del Patronato da Cultura Galega fue inaugurada el sábado 15 de noviembre de 2008, con la presencia de una representación oficial de la Diputación coruñesa, con su presidente, Salvador Fernández Moreda, y los diputados provinciales Juan Manuel Sande Muñiz y Adolfo Gacio. 

Guieiro, publicación periódica del Patronato, es un ejemplo notable de permanencia y compromiso con ideales culturales, políticos y sociales.

Siempre en Galicia
Tony de Seares, conductor
de Siempre en Galicia.
(Ignacio Naón, 2009)

¡Buenos días, gallegos! Aquí Siempre en Galicia, audición radial al servicio del arte y la cultura del pueblo gallego, que todos los domingos a las nueve y media de la mañana es trasmitida por la onda amiga de CX 16 Radio Carve de Montevideo.”
Desde hace más de seis décadas, la voz emocionada del lucense Manuel Meilán, sigue abriendo el programa más antiguo del mundo en lengua gallega, creado un 3 de setiembre de 1950, pocos meses después de la muerte de Castelao y cuando los uruguayos aún festejaban la gesta de Maracaná.
La idea fue del coruñés Alfredo Somoza, ex diputado republicano y exiliado, a quien siguieron otros notables galleguistas de Montevideo: Xesús Canabal, Pedro Couceiro, Antón Crestar, Emilio Pita, Manuel Leiras, Luis Tobío y el entrañable Manolo Meilán.
Ellos nunca imaginaron la inusual permanencia de aquella iniciativa concebida para “henchir de galleguismo a las tierras rioplatenses”.
Su nombre evoca al ensayo político Sempre en Galiza, emblema del nacionalismo gallego, que Castelao había editado el 10 de marzo de 1944, en su exilio de Buenos Aires.
Testimonio de un tiempo cuando
Montevideo fue declarada
Capital de la Galicia Libre.
(Ignacio Naón, 2009)
Los fundadores eran redactores, locutores, y también pagaban el espacio de cada domingo en Radio Carve, una histórica emisora que durante décadas trasmitió sus ideales, a lo largo y lo ancho del territorio uruguayo, también a Buenos Aires, el litoral argentino y el sur del Brasil.
Aquel primer domingo, memorable, la audición fue abierta con una interpretación al piano de la conocida Muñeira da Chantada, por el poeta Emilio Pita.
Su estructura sigue siendo semejante al formato original: un tema musical con gaita, el editorial y pequeños comentarios sobre la lengua, historia, geografía, noticias culturales, cuando escaseaban las publicaciones en gallego y cuando la cultura estaba prohibida en Galicia.
En la década de 1950 el programa era tan popular, que según registros de Carve, era escuchado por 300.000 personas al año, y hasta el final de la dictadura franquista, jamás bajó del cuarto de millón de oyentes, a pesar de las presiones del régimen.
Basta un repaso de sus colaboradores en el mundo, para comprender su notable influencia intelectual.
Desde Galicia llegaban las voces y los escritos de Ramón Otero Pedrayo, Ramón Piñero, Sebastián Martínez Risco, Ricardo Carballo Calero, Xoaquín Lorenzo, Xesús Filgueira Valverde, Francisco Fernández del Riego, Manuel Espiña, Xesús Alonso Montero, Manuel Chamoso Lamas, Agustín Sixto Seco. Desde la cercana Buenos Aires, recibía colaboraciones de Luis Seoane, Rodolfo Prada, Xosé Núñez Búa, y Antonio Alonso Ríos, y desde Estados Unidos escribían: E. Alonso López y Xerardo Álvarez Gallego.
Busto de Castelao y sala
de lectura del Patronato.
(Ignacio Naón, 2009)

En 1980, con motivo de sus tres décadas, la audición fue escuchada en directo por primera vez en Galicia a través de Radio Nacional de España, y recibió al presidente del Parlamento de Galicia y al consejero de Cultura quienes celebraron en vivo.
Por entonces, la conducción cambiaba de voz, el fundador Manolo Meilán pasaba la responsabilidad a su colaborador Toni de Searez, y en 2006 se mudaba a CX 12 Radio Oriental.
“La historia de Siempre en Galicia forma parte inseparable del patrimonio cultural del emigrado y sus lúcidos fundadores, sabían, ciertamente, que el éxito estaba en la permanencia, en sostener el galleguismo hasta que en Galicia llegasen tiempos mejores. Hubo que aguadar 35 años para que Galcia tuviese una radio en gallego”, afirma el coruñés Manuel Suárez Suárez, fundador del Patronato, que vivió más de dos décadas en Montevideo. 

En la actualidad Toni de Searez es acompañado en la conducción por Ana María Lorenzo y otros dirigentes del Patronato de la Cultura Gallega. 

Jesús Canabal a fines de la década
de 1960, cuando era uno de los
mayores empresarios papeleros de
América del Sur, director del Banco
de Galicia y un notable galleguista.
(Patronato de la Cultura Gallega)

El papel de la libertad
Jesús Canabal Fuentes nació el 24 de marzo de 1897, en Ameal, un pueblo del ayuntamiento coruñés de O Pino.
−A los trece años, cuando trabajaba con su padre campesino, tomó la decisión de emigrar al Río de la Plata para cumplir su sueño de progreso personal y para llevarse pronto a sus hermanos a un nuevo destino.
−Casi niño, embarcó solo el 23 de setiembre de 1910 en el puerto Vigo, y arribó 25 días después a Buenos Aires.
−En las primeras semanas fue recibido por un conocido de su padre radicado  en la capital argentina, hasta que consiguió trabajo en la papelera Iturrat. Así pudo pagarse una pensión que loalbergó en aquella primera etapa en la capital argentina.
−En 1912 fue enviado a la Rosario, donde vivió tres años en los que aprendió el oficio trabajando durante el día y estudiando de noche.
−De vuelta en Buenos Aires, consiguió el dinero para "reclamar" a su hermano José, y en 1918 su jefe lo envió a Montevideo para abrir y gerenciar una sucursal.
La que parecía una muy buena opción se transformó en desilusión por la crisis económica que dominó el Río de la Plata en la post Primera Guerra Mundial.
−Cuando la filial cerró, Canabal se quedó de este lado del estuario trabajando en la industria del papel que conocía como pocos. En 1921 fundó una sociedad con sus hermanos José y Andrés, Jesús Canabal y Hnos. Fábrica de Sobres, que produjo y comercializó la marca Suevia.
−Aquel mismo año adquirieron la papelería de Jaime Bech, una de las mayores de la capital uruguaya, la más popular por su ubicación céntrica, y se incorporó el cuarto hermano, Manuel, que "reclamado" llegó desde Galicia.
−La estrategia de los Canabal era incorporar nuevos negocios papeleros con el objetivo de ampliar su capital y sumar locales.
Jesús, segundo desde la izquierda, con
sus hermanos en playa Carrasco, c. 1920.
−En 1925 la empresa ocupaba a 40 empleados y cinco años después se fusionó con Hierro y Romani que le aportó cuatro locales en distintos puntos de Montevideo.
En aquel señalado 1930, cuando Uruguay se afianzaba como la Suiza de América, compraron las firmas Lettire y Bengoa y Lacaña Hnos, e inauguraron la mayor fábrica de papel del país transformada en Canabal Hnos & Carluccio.
−En 1937 fundó a Industria Papelera Uruguaya Sociedad Anónima, la memorable IPUSA, y diez años después abrió una planta en Pando, departamento de Canelones, con más de 100 obreros.
−Una nota de prensa de la década de 1940 informaba que el notable líder industrial y comercial era "el más influyente ejecutivo del sector papelería, librería y material de escritorio en Uruguay, socio de la empresa Canabal y Cia, ubicada en la Calle Uruguay Nº 1213, Montevideo".
Canabal con su madre Carmen,
en O Pino, c.1945, para ella
era "Xuxo" o "Xuxito".
(Patronato de la Cultura Gallega)
En 1956 fue uno de los fundadores y presidente del Banco de Galicia, institución financiera dedicada al fomento de negocios nacionales y a la promoción de iniciativas culturales: exposiciones plásticas, concursos literarios y fotográficos, edición de libros.
En 1962 el Consello de Galicia le concedió el Premio Castelao por su acción en favor del arte y la cultura, y en 1966 el Patronato de la Cultura Gallega le otorgó la Vieira de Plata.
−Jesús Canabal fue un activo militante del galleguismo, presidió Casa de Galicia, la Hermandad Galleguista, fue socio fundador del Patronato, tesorero en la primera Junta Directiva, otra vez en 1965, vicepresidente en 1966, y decisivo promotor de la audición radial Siempre en Galicia.
En 1945 dirigió la Comisión de Sanidad de Casa de Galicia, en 1956 presidió el Congreso de la Emigración Gallega en Buenos Aires, en el que participaron los más destacados dirigentes del exilio gallego en el mundo.
−En 1958, durante un viaje a Europa, en París se reunió consar Alvajar y Ramón Suárez Picallo que le propusieron la representación del Consejo de Galicia  en el Gobierno de la República en el exilio. Fue ministro delegado del órgano internacional de resistencia contra la dictadura de Franco, hasta febrero de 1962. 
Falleció en 1985, en Montevideo. "Era una figura en primera línea. Aunque no aparecía muchas veces por su discreción, era soporte principal del mantenimiento de muchos intelectuales", afirma Manuel Losa Rocha, autor del libro biográfico Don Jesús Canabal Fuentes. Hijo predilecto de O Pino (Losa Libros, Montevideo, 2007).
Canabal parado al centro, detras de
Alfonso Castelao, en una reunión del
Consejo de Galicia realizada
en México, 4 de Diciembre de 1945.
(Patronato de la Cultura Gallega)

"Era un gran galleguista. Lo demostró de muchas maneras. Entre otras, influía en la gente para que se expresara en gallego cuando aquí no era costumbre. Estamos hablando de la primera mitad del siglo pasado. Además era un hombre muy familiar, a la que se dedicaba por entero, así como al galleguismo y a la democracia. Era también un gran empresario porque empezó fabricando sobres a mano y terminó fundando una industria de celulosa y papel", concluye Losa, al evocar la memoria del niño pobre que llegó a ser uno de los mayores empresarios papeleros de América del Sur.

−En 1922 Jesús Canabal conoció a su esposa Maravilla, con ella formó una familia sólida por siempre presente en sus logros personales e institucionales.

Voces eternas: Crestar y Meilán 
−Ellos fueron galleguistas comprometidos con el destino de una nación histórica y con el exilio republicano en el Río de la Plata.
−Antón Crestar Faraldo, nacido en 1896, en la villa coruñesa de Miño, emigró con su familia a Montevideo en 1909 y poco después se radicó en La Habana, donde se formó como dibujante.
−En 1922 regresó a la capital uruguaya, una decisión que le otorgaba el honor de haber sido el decano de los galleguistas rioplatenses.

Antón Crestar Faraldo y Manuel Meilán,
creadores de Siempre en Galicia,
el programa radial más antiguo
del mundo en lengua gallega.
(Patronato de la Cultura Gallega)

−Fue ilustrador y caricaturista de la revista Céltiga, dirigida por Eduardo Blanco Amor y Ramón Suárez Picallo, una aventura intelectual que además le permitió conocer a un entrañable compañero de ruta.
−Manuel Meilán Martínez nació en Lugo el 18 de julio de 1904, y allí pasó su infancia y adolescencia de las que recordaba el Congreso de las Irmandades da Fala realizado en 1918.

−Para no ir a la Guerra de Marruecos, cuatro años después marchó a Argentina, donde residía un hermano.
−De manera casual conoció el Café Armonía, donde se reunía una peña galleguista en la que participaban Eduardo Blanco Amor, Ramón Suárez Picallo, José Abraira, Lino Pérez, Rodolfo Prada, fuente inspiradora de Céltiga y la Sociedad Nacionalista Pondal.
−De aquella época data su amistad con Blanco Amor y Suárez Picallo, con quien compartía una pensión.
−En 1931 contribuyó a fundar la Organización Republicana Nacionalista Autónoma Galega de Buenos Aires, de la que Rodolfo Prada fue presidente y él su secretario, antecedente de la delegación del Partido Galeguista en la Argentina.

Símbolo del Patronato de la Cultura
Gallega en la puerta del jardín.
(Ignacio Naón, 2009)
−En 1934 se mudó a Montevideo, aunque nunca perdió la fraternal relación con Prada que lo mantuvo cerca del galleguismo y le coniguió la gerencia local del laboratorio de especialidades médicas Doctor Andreu.
−Crestar y Meilán eran asiduos asistentes de las tertulias del Café Tupí Nambá del inolvidable nigranés Francisco San Román;  con Ramón Antelo y Francisco Rial coincidieron en los inicios de las Irmandades Galeguistas y contribuyeron a fundar el Comité Nacional de Ayuda a la República Española.
−Ambos participaron en la creación de Galeusca, un grupo autonomista de Galicia, Euskadi y Catalunya, y en el Congreso de la Emigración Gallega celebrado en Buenos Aires.
−Meilán estuvo en la apertura del periódico España Republicana, en el que publicaba una columna titulada Rataplán, con el seudónimo Tatarí, y en la fundación de la Organización Republicana Galega de Axuda ao Povo Español, de la que fue secretario general.

−En la década de 1940 ingresó a la masonería uruguaya con destacadas figuras del galleguismo: Xesús Canabal, José Añón, el actor Pepe Fernández Seivane, entrañable amigo de Meilán, el médico Cancela Freijo, Lois Luna, Pastor García, Eusebio Silva y Alfredo Somoza que se había exiliado en Montevideo después de una década de vivir clandestino en La Coruña.
Toni de Seares conduciendo Siempre  en Galicia,
acompañado por la directiva del Patronato.
(Ignacio Naón, 2009)
−Los dos fueron grandes amigos de Castelao, a quien homenajearon con iniciativas que perduran en el tiempo y en su valor cultural y social.
−Por una propuesta de Alfredo Somoza y Manuel Meilán, comenzaron las emisiones de Siempre en Galicia, en Radio Carve.
−Una década después, en junio de 1960, fue creada la Escuela Galicia N° 43, por idea de Crestar Faraldo.
−El coruñés Antón Crestar falleció el 2 de noviembre de 1983, en Montevideo.
−En Miño, su villa natal, desde hace más de tres décadas una calle lleva su nombre, inaugurada cuando él aún estaba vivo.
−El lucense Manolo Meilán falleció en 1994, en la capital uruguaya, a los 89 años.
 


Antón Crestar Faraldo y Manolo Meilán fueron co−fundadores del Patronato de la Cultura Gallega acompañando a otro galleguista que honró la memoria de Castelao: Xosé Cancela Freijo. 

La ciencia de vivir 
Fue uno de los más geniales científicos que trabajó en Uruguay casi medio siglo pasado, desde su arribo al país hasta el último día.
Su vida recorrió todas las etapas imaginables, y también las más inimaginables que debió enfrentar un hombre de su tiempo.
Su inteligencia infrecuente, su sensibilidad humanista, su creatividad irrepetible, marcaron sus casi ochenta años repletos de vitalidad, ingenio y compromiso intelectual.
Pedro Couceiro, según su amigo
el pintor galleguista Luis Seoane.
El coruñés Pedro Couceiro Corral fue un científico formado en la España prerepublicana de fines de la década de 1920, con un doctorado en Alemania a inicios de 1930 y una activa participación en la defensa de la República desde 1936 hasta su exilio en 1939.
Arribó a Montevideo al año siguiente, y desde un principio demostró una vigorosa y polifacética personalidad, la forja de una familia incorporada a la vida del país de adopción y su permanente y consecuente adhesión a la causa republicana y a la defensa de la cultura gallega.
Pedro era hijo de un abogado destinado en La Coruña, como secretario judicial. Allí hizo el bachillerato, hasta que en 1922 fue uno de los primeros alumnos del Sección de Químicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago de Compostela.
En 1927 era profesor titular de Química Orgánica, y dos años después su vida cambió por la llegada del profesor Fernando Calvet, con quien completó un posgrado que le permitió viajar a Múnich para trabajar en síntesis de hidratos de carbono, con Heinrich Otto Wieland, el célebre Premio Nobel.
En su paso por la mejores universidades alemanas se decidió por la Bioquímica, hasta doctorarse con una investigación sobre a oxidación da levadura da cerveza.
En 1935 viajó a Madrid para dedicarse a la bioquímica aplicada a los animales, pero debió suspender sus estudios en 1936 cuando se incorporó al ejército leal al gobierno republicano.
En la Guerra Civil fue oficial en una fábrica de armamentos de Alicante, hasta que se quitó los galones en el frente de Guadalajara y Madrid.
Tras la derrota se exilió en Francia, como investigador del Instituto Pasteur de París, pero debió exiliarse en Uruguay perseguido por los nazis que ocupaban el territorio francés.
En Montevideo fue químico del Instituto de Biología Animal, mientras fundaba su laboratorio Sur, especializado en la elaboración de productos sanitarios para ganado vacuno, y poco después, con dos colegas uruguayos creó el laboratorio farmacológico Proteo.
Pedro Couceiro realizó una labor científica de primer nivel internacional, pero, siempre tuvo tiempo para colaborar con las instituciones galleguistas. Murió en 1982, como uno de los mayores innovadores científicos del Río de la Plata, memorable docente universitario, y con el honor de haber sido uno de los impulsores del programa radial Siempre en Galicia. 

Centro Pontevedrés
El gol del siglo
Amor a Pontevedra y a Galicia
en el bucólico Paso Molino.
(Ignacio Naón, 2009)

Fue una jugada memorable del Flavia Fútbol de Club, compartida por Modesto Rial, Luis Villanueva, Celestino Pichel, Ángel Rodríguez, José Bugallo, Víctor Bas, Eduardo Alonso, Andrés Kaphammel, entre tantos gallegos entrañables: orensanos, coruñeses, lucences, pontevedreses.
Cuando faltaba muy poco, casi sobre la hora, los gallardos futbolistas decidieron fundar su propia institución para seguir compitiendo en la Liga Española de Deportes, creada en un fraterno partido entre carniceros y baristas.
Eran jóvenes emprendedores que disfrutaban de sentimientos profundos: amor por el deporte y morriña por la patria. Así nació el Centro Pontevedrés, un 26 de setiembre de 1958.
Las primeras reuniones fueron en la casa de José Méndez, en Democracia y Cuñapirú, corazón de La Comercial, montevideana e histórica, pero se transformó en institución, no muy lejos de allí, en Nueva Palmira y Cufré, en lo de Nemesio Carballo, su primer presidente.
Como buenos gallegos, los fundadores comenzaron a recorrer la ciudad en busca de un lugar en el mundo. Primero fue en la calle General Prim (hoy Líber Arce), en el barrio Villa Dolores, donde estuvieron doce años.
A las puertas de nuestras raíces.
(Ignacio Naón, 2009)
−De allí a un amplio local de Garibaldi y Manuel Albo, en el Parque Batlle, a metros del legendario Estadio Centenario que inspiraba los mayores sueños de gloria deportiva.
En la década de 1970, con el sacrificio y la solidaridad de un puñado de amigos, el Pontevedrés adquirió su primera sede, en la calle Lavalleja (actual José Enrique Rodó), del barrio Cordón, donde hoy funciona el Centro Hijos de Galicia.
La labor fue dura y constante, en honor a la memoria del pequeño equipo de fútbol transformado en un gran centro social, cultural y deportivo, que en 1984 adquirió una casona en la calle Francisco Gómez, el casco de una quinta del Paso Molino señorial.
La finca, naturalmente hermosa, fue embellecida por el entusiasmo y la sensibilidad de mujeres y hombres comprometidos con un ideal, con el apoyo de la Xunta de Galicia y la Diputación de Pontevedra, con especial interés de su presidente Ramón Louzán.
Así creció, con el paso de los años y el trabajo de su gente, hasta adquirir la dimensión actual de colectivo mayor de la inmigración gallega en el Uruguay. Como suele decir Andrés Ferreira Lago, notable presidente del cincuentenario celebrado en 2008: “Nuestra institución es el fruto de la perseverancia, el trabajo, el ahorro, el tesón. Todo por nuestra tierra y nuestra cultura, gallega y milenaria.” 
Ángel Tito Paz y Luisito Sequeira
la mejor pareja uruguaya de bolo
celta, de las mejores del mundo,
juegan por el Centro Valle Miñor.
(Ignacio Naón, 2009)
El Pontevedrés fue la mejor jugada del olvidado club que evocaba a la  Iria Flavia galaica, la parroquia natal de uno de sus jugadores. Para ellos, fue el gol del siglo.

Centro Valle Miñor 
Bolo que salta, es celta
Cuentan que el primer emperador romano, Octavio Augusto, de recorrida por sus dominios del confín ibérico se sorprendió con la destreza y la fuerza de sus esclavos de la Gallaecia.
−Aquellos hombres, en apariencia sometidos, se enfrentaban con arrebatada pasión en un juego en el que debían lanzar lejos unos pequeños conos de madera, pegándoles con una bola.
Cuentan que lo intentó, pero su débil naturaleza no le permitió, siquiera, moverlos a más de un par de metros.
La crónica demuestra que el Bolo Celta, además de autóctono, venció las peores condiciones de sometimiento y aculturación.
A este deporte gallego se juega también en Asturias, Cantabria, País Vasco, Madrid y el Obidos portugués, aunque sólo en el Valle MiñorBaiona, Gondomar, Nigrán– conserva toda su pureza ancestral.
Clásico del Río de la Plata, en Valle Miñor.
(Ignacio Naón, 2009)
La inmigración viguesa lo trajo a la Argentina, Uruguay, Chile, Cuba y México, pero en Montevideo y Buenos Aires se disputa el clásico de los Valle Miñor. La mayor fiesta de esta entrañable disciplina, fuera de Galicia.
"Las reglas se transmiten de generación en generación. A mí me las enseño mi padre que lo aprendió desde niño en nuestra aldea de Gondomar, y que recordaba disfrutando a su padre y a su abuelo", evoca Ángel Tito Paz, el jugador más conocido de Uruguay.
El bolo celta fue introducido a principios de la década de 1940, cuando un grupo de amigos comenzó reunirse en los fondos de la casa de Vázquez Verdía, en la calle Jackson. Para sanar las morriñas.
Bolo que salta, es celta.
(Ignacio Naón, 2009)
Fueron los pioneros: Manuel Piñeiro, Gonzalo Fojo Alonso, Ángel y Francisco Misa Misa, Manuel García, Máximo Lobato, José Veloso y Ángel Páez, entre tantos, que en 1947 fundaron el Centro Deportivo y Social de Bolos Valle Miñor.
"Necesitas fuerza, precisión y estrategia, por partes iguales. Aunque a simple vista parezca medio bruto, sin inteligencia jamás podrás ganar", asegura Luís Sequeira, el más joven de los catorce afiliados a la Federación Uruguaya de Bolo Celta.
En el Valle Miñor, ubicado en la calle Julio César, donde finaliza el barrio Villa Dolores y comienza el Buceo, se encuentra la mejor cancha de América, y una de las mejores del mundo.
Allí Luisito Sequeira comenzó a jugar por una gran causalidad. Luisa, su madre, era cantinera y símbolo del querido club donde nació y donde pasa buena parte de su vida.

Dirección puesta sobre celeste,
color de Galicia y el fútbol uruguayo
(Ignacio Naón, 2009)
Juan Vicente Arcos: Galicia Chica, gallego grande
De los tres espacios públicos que evocan al territorio gallego en Montevideo, la calle es el más antiguo; inaugurado el 25 de julio de 1918 en el Día de Galicia.
La iniciativa de hijos de inmigrantes fue aceptada por la Junta Económica Administrativa, gobierno montevideano de principios del siglo pasado, que dictó una ordenanza que denominó Galicia al antiguo camino Orillas del Plata.
La vía original tenía tres kilómetros de extensión, desde la rambla portuaria, en la céntrica zona conocida décadas atrás como Galicia Chica, en dirección al este, que pasaba por los históricos puentes de la antigua calle Sierra, hasta su final, en el bulevar Artigas del barrio Tres Cruces.
En los últimos años, la Junta Departamental de Montevideo, poder legislativo municipal, cambió el nombre del tramo final de la estratégica arteria por el de un político: Salvador Ferrer Serra.
Por si alguien no lo sabía: breve
explicación sobre el nombre de
una calle popular de Montevideo.
(Ignacio Naón, 2009)
La denominación Galicia Chica se mantuvo por décadas. Los vecinos le llamaban así porque era el destino, a veces pasajero, a veces definitivo, de miles y miles de inmigrantes gallegos que venían a “hacerse la América”.
−La costumbre cayó en desuso; el barrio hoy forma parte del Centro montevideano, en un eje de seis cuadras hasta la diagonal Agraciada, actual avenida del Libertador Juan Antonio Lavalleja.
Un  poblador recordado recordado por décadas fue el pontevedrés Juan Vicente Arcos Sabarís, nacido en Nogueira, en 1838, primigenio de una notable familia de abogados, notarios y políticos.
El paisano se fue a vivir muy joven a la Galicia Chica. Allí crió a sus hijos, hizo una buena fortuna, y allí también se dedicó a trabajar por sus compatriotas y también organizaba los famosos paseos de la Asociación Española.
Arcos brindaba protección a los vecinos que sufrían frecuentes inundaciones, porque está ubicada en una zona baja de la ciudad.
El fallecimiento del pontevedrés fue un hecho que enlutó a los vecinos de la calle Galicia y a toda la colectividad.
“A Juan Vicente Arcos Sabarís, padre de los españoles residentes en la República. Comparten este recuerdo los vecinos del barrio Galicia Chica, sus amigos, y los admiradores de sus méritos, talentos, y virtudes.” Así dice la placa colocada en su tumba en 1903, que recuerda su memoria de paisano sensible y solidario.